Nunca dejará de sorprenderme el poder de las palabras.
Cómo una pequeña conversación es capaz de cambiar la vida de las personas. A partir de ahí, puede llegar a conseguir que te plantees muchas cosas en las que no habías recapacitado hasta ese momento.
Y es entonces cuando piensas en las alegrías y en las desilusiones, en los puntos a favor y en contra; en definitiva, en lo negativo y lo positivo. Y recuerdas que algunos “amigos” te dieron la espalda en un momento muy delicado para ti, cuando más los necesitabas.
Y es entonces cuando piensas en las alegrías y en las desilusiones, en los puntos a favor y en contra; en definitiva, en lo negativo y lo positivo. Y recuerdas que algunos “amigos” te dieron la espalda en un momento muy delicado para ti, cuando más los necesitabas.
Y pese a todo, decides seguir adelante, por acompañar a un menor número de personas, pero sobre todo, por una de ellas que está atravesando una situación muy dura, por la que tú ya pasaste
anteriormente: un problema familiar grave de salud.
Y piensas que puedes ayudar, sólo por estar ahí para dar tu apoyo y acompañar en la distancia a esa persona que es especial. Porque está viviendo algo que tú has vivido y conectas estrechamente con ella en una red social. Ahora forma parte de tí.
Sin embargo, esa relación está mal vista ya que la mayoría del resto del grupo debe pensar que voy a hacerle daño con ese comportamiento, acercándonos demasiado peligrosamente. Y lo desaprueban, lo entiendo. Yo también contemplo esa premisa.
Es más. Las tres seguidoras en Twitter que me conocen en persona saben que yo soy serio, discreto y bastante reservado. Sí, soy introvertido y tengo un mundo interior donde me introduzco dentro de mi concha, un refugio que me protege del mundo. Allí dedico mi tiempo a ampliar conocimientos de tecnología y a conocerme a mí mismo.
Tuve un sueño el pasado agosto: publicar mi propia página web. A eso dedico mi tiempo ahora, a escribir páginas, estudiar servidores y configurar redes. Y así será los próximos cinco meses, si no hay cambios por fuerza mayor. Voy a comenzar un curso de montaje de redes departamentales, mucho más técnico.
Siempre hay momentos en la vida en los que deber tomar decisiones difíciles, y por ese motivo he abandonado cuatro redes sociales personales:
Flickr, DeviantArt, Facebook y una cuenta en Twitter con 5475 seguidores a fecha de publicar este artículo.
Lamento este comportamiento sin justificación, dándoles la espalda de manera displicente. No puedo sacrificar mi estabilidad ahora que estoy persiguiendo un sueño alcanzable. La aprecio y valoro
demasiado como para exponerla continuamente con todos estos problemas emocionales.
Todo esto se puede decir en un blog, pero decirlo en una red social me parece una locura. Es un medio hostil donde siempre hay alguien esperando a que digas algo que parezca un síntoma de debilidad para aprovecharlo. Hay que huir de ello, porque la debilidad invita a dar lástima o a que se aprovechen de ti, y ambos extremos son dignos de evitar.
Y así nos despedimos hasta la próxima publicación. Como ves, el nuevo año viene cargado de muchos cambios, nuevas metas y desafíos. La vida nunca deja de sorprender con sus sorpresas, siempre mirando hacia adelante. Estoy seguro de que será apasionante.
Muchas Gracias Por La Atención Prestada.
~ FIN ~